lunes, 2 de abril de 2007

SEMANA SANTA - PREPARACIÓN A LA PASCUA

La cuaresma comienza con el miércoles de ceniza. Son cuarenta días de preparación al Misterio Pascual (paso de la muerte a la resurrección de Jesús). Tiempo de conversión y de penitencia. Tiempo privilegiado para recibir el sacramento de la confesión que hace revivir en nosotros la parábola del hijo pródigo. Se reviven los cuarenta días que Jesús se retiró al desierto, guiado por el Espíritu Santo. Allí ayunó, oró y sufrió las tentaciones de demonio. (Lucas 4, 1-13).






DOMINGO DE RAMOS:

La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos. En este día celebramos la entrada triunfal de Cristo a Jerusalén. Jesús, "llegada la hora" decide partir a Jerusalén. El se presenta como lo anunciaron los profetas: "Aquí viene tu Rey, Él es Santo y victorioso, humilde, y va montado sobre un burro..." es el Rey de paz prometido por Zacarías (9, 9-10). Así, montado en un burro, Jesús hace su entrada como la del Siervo que camina hacia la muerte y la del Señor que va a ser glorificado, lo aclaman como rey por que conocían sus milagros.
La procesión y la aclamación viene a simbolizar la victoria del Señor por lo tanto, al igual que hicieron los niños hebreos cantando el festivo Hosanna, hoy nosotros salimos al encuentro de Jesús aclamando al Hijo de David, al Rey de Reyes.


LA ÚLTIMA CENA: JUEVES SANTO.

La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos. En este día celebramos la entrada triunfal de Cristo a Jerusalén. Jesús, "llegada la hora" decide partir a Jerusalén. El se presenta como lo anunciaron los profetas: "Aquí viene tu Rey, Él es Santo y victorioso, humilde, y va montado sobre un burro..." es el Rey de paz prometido por Zacarías (9, 9-10). Así, montado en un burro, Jesús hace su entrada como la del Siervo que camina hacia la muerte y la del Señor que va a ser glorificado, lo aclaman como rey por que conocían sus milagros.
La procesión y la aclamación viene a simbolizar la victoria del Señor por lo tanto, al igual que hicieron los niños hebreos cantando el festivo Hosanna, hoy nosotros salimos al encuentro de Jesús aclamando al Hijo de David, al Rey de Reyes.

Mientras comían, bendijo el pan y el vino. Se los repartió diciéndoles que eran su cuerpo y su sangre ofrecidos por la salvación de todos. Después les dijo: “hagan esto en memoria mía.” (Lucas 22, 7-20). La celebración también revive el lavado de los pies, signo de servicio y de amor fraterno.